Hay cosas que el dinero no puede comprar

No sé por donde empezar a escribir este post. No creo que existen palabras para reflejar lo que siento en este instante.

Todo comienza con una llamada a las 8:00 am, a mi celular. No contesté porque estaba en clase, pero a los 10 minutos me llegó un mensaje que decía: “Apenas pueda llámeme por fa”. En cuento llegué a la oficina le marqué. Estaba muy tranquila, lo que me pareció extraño por el mensaje y porque justo ayer por la noche sentí que he debido llevármela a tomarnos unas polas. Al final de la conversación me dijo “la llamaba para que pase ahora por donde A porque le tenemos una sorpresa”. –¿Sorpresa? Pregunté. Y con la misma ternura que la ha caracterizado siempre me dijo: “Hay que sí!!!!.. no pregunte tanto y llegué allá”.

Un ahora después entró la segunda llamada. –Ya hablo con L, - Sí. Porque? – Ahh… bueno entonces nos vemos acá. A las 12 en punto por favor – Pero..¿Qué es lo que pasa? (tono de regaño mas sutil que el anterior) – Hágame caso y llegue a las 12 en punto. Si llega a las 12:01 la pateo.

No entendí nada. Hoy, justo el día del grado de A, ¿se les ocurre darme una sorpresa?, de qué? O porqué?

Llamada número 3: -Qu_hubo. Ya estoy en mi casa, ¿puede llegar antes de las 12? – Pero qué es lo que pasa???? – Puede o no?, hágale mire que las están esperando. Además tengo que mandarme peinar

¿Qué me están esperando? Será AdriC qué esta en Colombia??? Imposible! Revise blogs intentando descifrar algo. Nada extraño. Cerré la sesión y salí de la oficina.

Cuando llegué lo primero que hizo fue decirme: “No se vaya a molestar. Prométamelo. Quítese los zapatos y siga”. Me llevo hasta el cuarto y en el piso había 7 bolsas de Olímpica. No fue necesario decir nada más. Las lágrimas comenzaron a salir sin llamarlas. Fue un momento indescriptible, hubiera querido que las dos hubieran estado ahí. Un detalle de amistad, de cariño y de comprensión total.

Es inevitable que las lágrimas vuelvan a salir mientras escribo esto. ¿Cómo pueden ser tan bonitas de irse a hacer mercado las dos???, es que me las imagino escogiendo cada cosa. Pensar en cómo organizaron todo me llena de alegría y de nostalgia al tiempo. (Ahora entiendo porqué la cita era hoy a las 8 si Lyna tiene clase a las 9).

Es sentir que las tengo para cualquier cosa. Las amo y las voy a amar toda la vida, pase lo que pase.

A dos de mis brujas: Lyna y Andre. Esto es lo más valioso que han podido hacer no solo por mi, sino por toda mi familia. Ver la cara de alegría de mi madre cuando le conté y a mi hermanito comiéndose los ponqués con cosas que no tienen precio.

No necesito decirles que siempre voy a estar ahí. Al lado de ustedes compartiendo sus alegrías y aliviando sus tristezas.

Gracias por entender mi forma (casi inexistente) de reflejar mis problemas. Gracias totales.